Komsomol

KOMSOMOL

“¡Venceremos, venceremos, mil cadenas habrá que romper!”, suenan las consignas aún en sus oídos, cuando el avión cruza la cordillera de regreso a su país.

Moti

Moti estrena sus cuarenta años y casi veintiocho de militancia comunista viajando a la asunción de Salvador Allende como presidente de Chile en noviembre de 1970. Es una delegación pequeña de mujeres argentinas que viajan disfrazadas de turistas ya que en Argentina reina la dictadura militar de Roberto Levingston, un general que venía de ser agregado militar en la embajada argentina en Washington, al que sus críticos llaman Jeep: “Yanqui, cuadrado y fácilmente manejable”.

El Chile de banderas rojas y juventudes políticas que marchan festejando su alegría contrasta con el ambiente de tensión de su país y la envuelve al instante. En pocos minutos es una más siguiendo a un grupo que manifiesta o participa de un animado debate en una esquina cualquiera.

El clima contrasta con la Argentina de rebeliones callejeras y represión policial. La dictadura argentina viene de sufrir la primer derrota fenomenal con el Cordobazo y un vecino con gobierno popular enciende los corazones.

La agenda incluye una visita al Palacio de la Moneda antes de regresar a Argentina y será el momento para entregar una carta que lleva para el flamante presidente.

El escritor

El escritor pasea su larga figura por la ciudad enfervorizada, gestos de simpatía acompañan su paseo, su obra es conocida, conocida su solidaridad con los movimientos de rebeldía del continente, aunque muchos le reprochan su distancia, su exilio parisino, su tribuna intelectual para alzar o bajar el pulgar a los sucesos.

Lo imposible, lo utópico, lo casi irrealizable, lo mágico se dan cita en una calle cualquiera de Santiago de Chile y en todo el angosto balcón sobre el Pacífico cuando las masas populares, unidas por un programa común vencen a la derecha conservadora y asumen el poder democrático.

Es que el socialismo es cosa de armas y de intentos fallidos, los intentos de reforma agraria han costado sangre al continente, recuperar los bienes para la sociedad es la semilla del mal que el poder continental norteamericano combate a capa y espada en la legalidad o fuera de ella, y la experiencia chilena es el espaldarazo que el continente revuelto necesita para mantener la esperanza.

Dos argentinos en una ciudad encendida por la pasión política pueden parecer dos agujas en un pajar, pero algunos lugares comunes organizados por el protocolo acercan las casualidades y las transformarán en fatalidades.

Moti ahora conversa en un hotel tomado por delegaciones extranjeras con una Babel de mujeres que en español con acento, en idiomas varios o con señas si no hay remedio se presentan e intentan contar sus experiencias. Las soviéticas y las cubanas son las favoritas del comunismo irreductible de Moti que para su alegría descubre que las rusas hablan un español perfecto y las charlas políticas derivan en los relatos de sus vidas, familias y cotidianeidades. Moti representa a la Unión de Mujeres Argentinas (UMA) un movimiento de unidad de partidos políticos que lucha por las reivindicaciones de género.

Las soviéticas traen además de su patria el festejo por el centenario del nacimiento de Lenin, el artífice de los diez días que conmovieron al mundo, el gestor de los consejos de los soviets obreros y campesinos. En 1970 se gestan ideales del socialismo por medio de las urnas en una sociedad burguesa.

El escritor mientras tanto es entrevistado por los medios, su figura levemente desaliñada contrasta con su acento inconfundiblemente argentino con una erre arrastrada que no aportó el exilio parisino sino una pronunciación defectuosa.

Su estilo marca un hito en la literatura argentina, aunque su autor lleva dieciséis largos años en París.

Involucrado con la Revolución Cubana desde casi sus inicios, su apuesta a la liberación de los pueblos lo marca y marcará su obra. Chile socialista por las urnas lo convoca y suma su presencia en las ceremonias de asunción del mando de Salvador Allende.

En los momentos libres que le dejan los actos protocolares y la agenda de los medios que lo persiguen el escritor pasea por la capital chilena observando. En sus obras están presentes Buenos Aires y París, las ciudades que se lo disputan. En una tiene el corazón y en la otra encontró un espacio pero Latinoamérica es otra de sus obsesiones.

Encuentros

El combinado plurinacional femenino recorre también las calles de Santiago, buscando caras conocidas entre las multitudes. Moti reconoce la silueta alta y desgarbada coronada por una cabellera rubia y grita: “¡Dean Reed!”. El norteamericano sonríe y saluda alegremente y un enjambre de mujeres corre a sacarse una fotografía. Moti pequeñísima de escaso metro sesenta llega con esfuerzo al hombro del actor y lo abraza . Una amiga la eterniza con una sonrisa que no tiene nada de militancia.

La presencia del cantante y actor sigue atrapando público que lo reconoce. Su participación en películas junto a Palito Ortega, un cantautor argentino, lo han catapultado a la fama en toda América Latina. Militante de izquierda norteamericano su compromiso y amistad con Víctor Jara, cantautor popular chileno, lo han llevado a Chile y participa de la alegría de su pueblo. La República Argentina lo había deportado en 1966 pero conserva el reconocimiento del público.

La comitiva sigue su paseo sin rumbo y conversa animadamente. Nuevamente es Moti quien grita: “¡El escritor !” y corre al encuentro del argentino que sonríe con timidez. Saludos de todo tipo, fotografías, y aparece una lapicera y un anotador y Moti le pide un autógrafo para mi, su hijo mayor de 14 años, que he leído algunos de sus cuentos y una de sus novelas. El escritor accede con una sonrisa hasta que Moti, con el mismo tono que usa cuando habla en las reuniones y asambleas, lo interpela:

“¿Y Ud. cuando va a volver a Argentina a sumarse a la lucha contra la dictadura?”.

El escritor vacila, la escena parece de una película cómica, un hombre altísimo en manos de una mujer pequeñita que lo mira con severidad esperando una respuesta.

” Ya llegará el momento”, murmura, y aprovecha para despedirse.

Conociendo a Moti es imaginable el tono de la interpelación. Un año antes, durante un allanamiento a nuestra casa, enfrentó a un comisario que entraba arma en mano al grito de:

”¡Matame delante de mi familia hijo de puta !”, seguido de otro otro rosario de insultos.

El grupo de mujeres ríe con la intervención de mi madre que pone en fuga al escritor. Este ha advertido que no hay oportunidad de un debate serio y sí mucha emocionalidad en la situación y prefiere retirarse.

Las delegaciones tienen que ir organizando la presencia en otros actos oficiales y se van dirigiendo hacia sus hoteles.

Al poco rato salen rumbo al Estadio Nacional donde la Unidad Popular hacía su acto y hablaba Salvador Allende. Las distintas delegaciones tienen reservados lugares en cercanías del palco oficial pero Moti, sus compañeras argentinas y las nuevas amigas soviéticas eligen mezclarse entre la gente. El escritor, rodeado de distintas personalidades y artistas escapa así a un nuevo enfrentamiento con su compatriota inquisitiva. El estadio es una algarabía popular y las consignas y los cánticos son la válvula de escape de una población que tras años de lucha accede al poder.

“Venceremos, venceremos, mil cadenas habrá que romper, venceremos. venceremos, la Unidad Popular al poder”

“Chi. chi. chi. Le, le ,le , viva Chile mierda”.

“Jota jota ce ce, juventudes comunistas” resuena desde otra parte del estadio.

“El que no salta es momio” gritan mientras hasta el compañero presidente, el “Chicho” Allende, salta para no ser momio, el chilenismo equivalente a gorila.

Se abrieron las grandes alamedas.

La función en el Teatro Municipal de Santiago cuenta con la presencia de Víctor Jara. El músico, director musical durante años del conjunto Quilapayún es un ferviente militante de la Unidad Popular a la que en breve representará como embajador cultural. Jara, hijo de campesinos ha desarrollado una vasta obra como hombre de teatro y de la canción y en la función canta sus mejores creaciones para el público asistente. Las delegaciones aplauden y Jara invita a los invitados de las primeras filas a subir al escenario.

Nuevamente se encontrarán con diferencia de horas los contendientes del encuentro callejero, el escritor se ubica alejado del artista que abraza a cada persona que sube al escenario y con la música sonando el teatro entero canta:

“Te recuerdo Amanda, la calle mojada, corriendo a la fábrica donde trabajaba Manuel”.

Moti está abrazada a Jara y las lágrimas le corren por la mejillas.

”La sonrisa ancha, la lluvia en el pelo, no importaba nada, ibas a encontrarte con él”.

El teatro estalla con el estribillo y el pequeño mundo se convierte en ese instante en un lugar hermoso. Ya no hay lugar para controversias ni disputas, el socialismo los hermana.

Moti y el escritor quedan en paz. Seguirán las ceremonias, las oficiales y las callejeras, las populares. Moti hablará con algunos conocidos de su escritor preferido, Pablo Neruda, y sus saludos llegarán al poeta.

El Chicho

El comentario sobre la carta que lleva para el presidente despierta la curiosidad de su auditorio y la alientan a leerla. Las palabras al presidente chileno de un militante comunista de 14 años emocionan a las amigas soviéticas. Para ellas el joven es un komsomol, nombre en ruso que identifica a los miembros de la juventud comunista. En pocos minutos, el Excelentísimo Señor Presidente de la República de Chile Dr. Salvador Allende Gossens recibirá a las distintas delegaciones. El escritor saluda con con una inclinación de cabeza y una sonrisa al grupo de mujeres. El escenario es un patio interno del Palacio de La Moneda y es un rápido recorrido para estrechar la mano del Chicho, que sonríe. La carta queda en las seguras manos del secretario privado que la atesora hasta llegar al despacho presidencial. Tarea cumplida.

“¡Viva Chile mierda!”

Epílogo

“Venceremos, venceremos, mil cadenas habrá que romper”,

“Jota jota ce ce, juventudes comunistas”

“El que no salta es momio”

“Te recuerdo Amanda, la calle mojada no importaba nada ibas a encontrarte con él” Moti repite las consignas y los cánticos que la han acompañado a la bulliciosa y emocionada familia que la recibe en Ezeiza.

Sus cuatro hijos, con intereses diversos, esperan las sorpresas del viaje. Ya en el vehículo familiar comienzan a aparecer los tesoros más preciados.

De un bolso de mano surgen regalos para los más pequeños, escondidos entre las ropas algunos casettes con grabaciones y rollos de película para revelar.

“Tomá Komsomol, tu pin de Lenin y la firma de Julio Cortázar”, me dice Moti, mi mamá.

Informadores y operadores

Desde la enunciación de la célebre “No hay hechos, hay interpretaciones” un enorme abanico de posibilidades se abrieron para justificar versiones a veces antojadizas de hechos reales y palpables. Nietzche sembraba en escasas palabras una certeza que ejemplificaba la incertidumbre.

Una frase de la que se puede interpretar, siguiendo el razonamiento, variadas maneras de encarar el oficio de informar. Determinados hechos que trascienden las necesidades estrictas de la ley fundacional de las cinco doble ve requieren al menos de una mirada abarcadora que sitúe y contextualice los episodios.

El quién,qué, cuándo, dónde y cómo se emplean las más de las veces para señalar actores y coordenadas y se extinguen lastimosamente en dos párrafos. Se puede girar sobre los conceptos y con métodos elegantes extraer un par de líneas.

Desde los medios faccionales de los albores de la prensa argentina en el siglo XIX siempre hubo una línea editorial que marcaba el rumbo de las publicaciones. Luego las leyes de la economía capitalista recluyeron a la opinión editorial al rincón de los principios morales y reconvirtieron al libelo en eficiente informante de la vida cotidiana.

Estos son mis principios si no le gustan tengo otros

La frase, erróneamente atribuida a Groucho Marx, desnuda el cinismo de muchos personajes que la ejercitan cotidianamente.

Cuando las empresas periodísticas descubrieron el negocio encontraron una mercadería que era intangible, no tenía centímetros ni se pautaba.

Este bien fué la credibilidad, la seguridad de contar con un vigía omnipotente que controlaba los excesos del poder, interpretando que el estado era en aquellos tiempos el lugar natural de ese poder.

La prensa investigaba y desenmarañaba los laberintos de ese control estatal que ejerciendo el poder del voto popular transitaba su propia agenda, las más de las veces oscura y reprochable.

Los instrumentos de esta cruzada de la verdad como bandera eran los periodistas, esos sujetos que gustaban mostrar algunas producciones de Hollywood que no conocían más patrón que quienes honraban el contrato de lectura.

Era la ética de informar, aún a pesar de ciertos convencimientos ideológicos, los hechos y la verdad como protagonistas de la historia. Los fusilamientos de José León Suarez, Watergate, la matanza de My Lai, el Irán Contras fueron algunos de los asuntos que muchas veces con riesgo de sus investigadores sacaron a la luz los procedimientos ilegales de diferentes administraciones de gobierno.

El fin de la historia…y de la ética

Sin ostentar conocimientos profundos de sociología o ciencias políticas un periodista puede hoy conocer que los estados conservan nulos recursos para diseñar acciones y velar por su aplicación. Es decir los estados no conservan ni el poder ni la política. El poder se ha transferido a variados actores tras nacionales para quienes las fronteras son líneas imaginarias en un globo terráqueo y que cuentan con apéndices en todas las geografías.

Desde el aparentemente ingenuo “El más débil es Clarín” multitudes de escribas con mayor o menor talento o trayectoria han incursionado en describir a medida de sus propietarios. No es una casualidad que todo gobierno que cuente con una base de apoyo popular sea automáticamente rotulado como corrupto o populista, sin las más de las veces siquiera leer que dijo Ernesto Laclau, entre otros, al respecto. ¿La ética ? Bien, gracias.

Ese hombre

Cuba era un faro en mi casa, casa de comunistas con la pasión intacta. Un faro que alimentaba la fe y la esperanza de aquellos que tenían por común denominador la muerte y la derrota.

Cuba era José Martí, el luchador por la independencia que cayó ante los españoles, Cuba era la traición de una clase dominante que se sacó de encima a la corona española para pactar con los norteamericanos la enmienda Platt incorporada a la constitución cubana que humillaba al pueblo exigiéndole acatar las disposiciones de los Estados Unidos gobernados por la lógica de la doctrina Monroe.

Cuba poseía todos los ingredientes para una batalla ideal, una islita tropical, un dictador detestable, y la mafia y las corporaciones norteamericanas prostituyendo vida y milagros de la sociedad. A este escenario llegaron unos treintañeros barbudos e idealistas que acompañados de campesinos alzados en armas entraron en La Habana después de una batalla de casi tres años en la sierra.

Che-Guevara-and-Fidel-Cas-001Y Cuba paría a un líder, un abogado de clase acomodada que no aceptaba la degradación de un régimen corrupto que sometía a su sociedad y mantenía sumergida en la pobreza a gran parte de la población.

El conjunto de guerrilleros contaba con la presencia de un argentino, Ernesto Che Guevara, un médico rosarino que llevado por su humanismo desembarcó en Cuba como miembro de la columna de revolucionarios y llegó a la victoria como comandante del ejército rebelde y hombre de confianza de su mentor y líder, el abogado Fidel Castro Ruz.

Y Cuba se hacía, imaginaba, contaba y cantaba en las canciones de Carlos Puebla.

“Y se acabó la diversión llegó el Comandante y mandó a parar”

La presencia del argentino más la personalidad carismática de Fidel, su nombre de aquí en más, acercó afectivamente a los comunistas argentinos a la isla, cuna de proyectos largamente acariciados por los revolucionarios latinoamericanos.

“Y si al vecino de allá al señor imperialismo, no le gusta el socialismo pues que se mude y ya está”

Cuba eran los relatos de Américo, un traumatólogo que emigró a la isla apenas triunfó la revolución en respuesta al pedido de ayuda internacional por la escasez de profesionales. Y escuchábamos su relato de opositores que dejaban correr el agua en sus casas para comprometer la situación económica ya apurada por el bloqueo criminal norteamericano. “Pero la reforma agraria va, de todas maneras va”

Cuba era la de la reforma agraria, la del Che cortando caña, el trabajo voluntario del pueblocamilo que dedicaba horas sacadas al descanso para ayudar en la zafra o en tareas comunitarias, la foto de Camilo, muerto prematuramente en un accidente de aviación y señalado por los yanquis como víctima de Fidel.

“Porque estás vivo en el alma del pueblo de tu cariño en la risa de los niños y en el verde de las palmas”

Y Cuba seguía siendo el lugar soñado, donde las campañas eran para alfabetizar, vacunar y mejorar la vida de la población.

“La cultura es la verdad que el pueblo debe saber para nunca más perder su amor por la libertad”

Cuba era un pueblo que se organizaba por cuadra en los Comités de Defensa de la Revolución (CDR) que se mantenía alerta, un pueblo armado y listo para defenderse de cualquier invasión.

“Siempre que fué necesario, allí estuvo sudoroso el ejemplo generoso del trabajo voluntario”


che6.jpgLa muerte del Che me encontró preguntando porqué. Porqué alguien tan importante para la Revolución caía asesinado en Bolivia. Porqué se había ido. Y la explicación fue el internacionalismo, ese mismo que lo empujó al Congo del asesinado Patrice Lumumba, el que lo impulsaba a derrotar al imperialismo creando uno, diez, cien Vietnam.

“Aprendimos a quererte desde la histórica altura, cuando el sol de tu bravura, le puso un cerco a la muerte”

Y Cuba perdió al guerrillero heroico, que le dejó en una sentida carta a su comandante y amigo, Fidel, un abrazo al pueblo que lo había recibido y adoptado.

Cuba la bloqueada para ahogar a su pueblo y enfrentarlo con sus líderes, y el pueblo resistiendo y soportando con dignidad.

“Que pena señor que pena que brutos por lo que veo, cuando al criminal bloqueo, le ha llamado cuarentena”

Y Fidel, es ese hombre que Ernesto Cardenal en su libro “En Cuba” retrata como en-cubaomnipresente, capaz de llegar a discutir a una asamblea de empleados de un hotel a la madrugada o presentarse en la universidad de La Habana a un encendido debate con estudiantes. El incansable, el certero, el que convoca para informar hacia donde se va, qué sacrificios esperan, el que ante fracasos de las políticas elige reconocerlos y pensar nuevas estrategias, el que sigue invocando al Che que está vivo en cada calle de Cuba.

“Per capita es la jugada que el rico juega a su modo el rico lo tiene todo y el pobre no tiene nada”

El libro cayó en mis manos apenas editado en 1972 y supe de la vida y obra del curita de Solentiname, su autor, un luchador contra la dictadura de Anastasio Somoza en Nicaragua, que visitó la isla en 1971. Ya ausente el Che, Fidel ciclópeo, hiperactivo, presente en las cosas y en el alma del pueblo cubano protagoniza esa Cuba que se debate bloqueada en pie de guerra, construyendo escuelas y llevando adelante proyectos agrarios para dar de comer a su pueblo.

“Que no se quede nadie sin aprender”

jorge-masetti-2Cuando leí “Los que luchan y los que lloran” poco tiempo después Jorge Masetti, su autor, describe a un Fidel lúcido y con conocimiento cabal de la situación cubana. Un guerrillero que en la Sierra Maestra construye un modelo a escala de la sociedad que sueña para Cuba. Los campesinos se alfabetizan, encuentran quién vele por sus derechos, se defienden de los abusos dictatoriales de Batista y su ejército y abrazan la causa revolucionaria. Fidel es un adversario leal que no toma venganza con los derrotados e incluso incorpora a su ejército irregular a militares de carrera de espíritu democrático.

“Al que asome la cabeza duro con él, Fidel, duro con él”

Todos estos relatos reafirmaban las dos caras de la Revolución Cubana, el idealismo del Che y la enorme estatura de estadista de Fidel que enfrentaba las constantes agresiones y organizaba la estrategia rebelde.

Masetti logró en plena Sierra Maestra el primer testimonio de Fidel explicando su ideario revolucionario.

Ya establecida la revolución Cuba fue víctima de la agresión norteamericana con la invasión a Playa Girón donde Fidel estuvo al frente de la defensa disparando personalmente desde un vehículo contra los invasores.

“Si están pensando en otra ocasión remember Playa Girón”

Cuba se entrelazó aún más en nuestra vida familiar cuando mi tío Mario viajó a la isla con la misión argentina que en 1974 rompió el bloqueo comercial impùesto por Estados Unidos y le dió un poco de oxígeno a la jaqueada economía cubana.

Mi tío, en contacto directo con Ramón Castro Ruz, hermano de Fidel, tuvo acceso a innumerables ciudadanos cubanos, y de la mayoría de ellos sólo escuchó agradecimiento por los logros revolucionarios. Campesinos mayores que se habían alfabetizado, con hijos que se desempeñaban en tareas impensables para gente de bajos recursos en la antigua administración, algunos filósofos barriales que criticaban la sociedad de consumo y le explicaban que era un despropósito tener gran cantidad de bienes.

“Quiero levantar mi mano, mi razón y mi derecho y gritar a todo pecho yo también soy miliciano”

Cuba era la que festejaba con cánticos y vivas la producción de la vaca “Ubre blanca” campeona en su oficio, la producción lechera. Era el miliciano que hizo bajar a mi tío del vehículo que los llevaba para que viajara una mujer embarazada con otro niño en brazos, era Fidel en la embajada argentina dando sus condolencias al pueblo argentino  por la muerte de Perón.

“Cuando quitaron a Nixon hubo quién me preguntó qué opinión me merecía Mister Ford, mire Ud. a mi me parece Ford lo mismo que Chevrolet”

Y Cuba siguió siendo en nosotros las lecturas de “La historia me absolverá”, las fotografías de Alberto Korda, los muchos libros del Che y su trayectoria, las estrecheces de la isla cuando afrontó la caída de la URSS, una aliada que a veces resultaba un salvavida de plomo. Era la Cuba que apoyaba al movimiento sandinista nicaragüense, la que comenzaba a exportar revolución en la forma de médicos y maestros. Europa comenzó a bien tratarla y las inversiones hoteleras en la isla crearon empleos y trajeron cierto bienestar acompañado de lo negativo que resulta contraponer filosofías diversas a una sociedad basada en la solidaridad pero bombardeada por las supuestas ventajas de la sociedad de consumo.

“Por allí vinieron, pero allí quedaron”

Y hubo balseros cubanos que huían a Miami a sentir en carne propia la libertad de ser prolijamente explotados a cambio de un auto o electrónica moderna. Queda para un estudio sociológico como establece la escala de valores el ser humano. Otros seguían levantando con orgullo las antiguas banderas y esperaban que alguna vez el bloqueo criminal se fuese extinguiendo.

Al frente de todos estos sucesos seguía la palabra lúcida de Fidel, que se transformaba cada vez más en un desafío viviente representando junto a su pueblo la utopía del hombre nuevo encarnado en un país pequeño y pobre pero libre.

“A Cuba que no la toquen porque la cosa va en serio que reformen su criterio para que no se equivoquen”

A lo largo de los años Cuba siguió con sus campañas solidarias, en África es una de las mayores presencias en las diversas catástrofes humanitarias y el terremoto de Haití de 2010 encontró a los médicos cubanos en la primera fila en auxilio de las víctimas. Son habituales ya las misiones que se realizan en América Latina donde los médicos cubanos realizan tratamientos y cirugías oftalmológicas anualmente. Una de las organizadoras y participantes de estas misiones es Aleida Guevara, hija del Che, que continúa personalmente su prédica a favor de la paz y la amistad entre los pueblos.

“Yo se que te está doliendo lo que nosotros ganamos por eso es que si triunfamos tu estás rabiando y sufriendo”

Fidel significó el ejemplo para una nueva generación de revolucionarios latinoamericanos que accedieron al poder por el voto popular, acechados claro está por los sentimientos anti populares disfrazados de prédicas de economías eficientes donde el más poderoso se lleva casi todo dejando el restofidel-y-nestor para el grueso de la población. Así y con sus matices, Hugo Chávez en Venezuela, Evo Morales en Bolivia, Lula en Brasil y Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner en Argentina formaron a la sombra del ejemplo de Fidel intentos diversos por dar mayor justicia a las sociedades que les tocó gobernar.

“Caminando a toda prisa nuestro pueblo va contento tú muerto de sufrimiento, nosotros muertos de risa”

Fidel estuvo en 2003 en Buenos Aires donde pronunció un histórico discurso en la Facultad de Derecho y no dejó un sólo tema sin referencia. Y si bien en 2005 en la cumbre de presidentes donde Argentina y Brasil le dieron la espalda al ALCA no estuvo presente, Fidel fue referente para esta actitud.

“Como tú no puedes nada contra esta marcha impulsiva la sonrisa primitiva se nos volvió carcajada”

Fidel se retiró oficialmente de la política en 2008, quedando como asesor del gobierno que pasó a manos de su hermano Raúl Castro Ruz, comandante en jefe del ejército cubano. Desde su retiro Fidel siguió escribiendo esporádicamente sobre temas internacionales con la mirada lúcida de siempre.

Conocí Cuba en 2015, en pleno “descongelamiento” de las relaciones con EEUU en manos de la administración Obama. Los norteamericanos, condenados internacionalmente por el criminal bloqueo se esfuerzan por un arreglo lo suficientemente honroso ante el fracaso de sus agresiones.

“Y como vamos triunfando a pesar de tu perfidia te pasas lleno de envidia todo el tiempo difamando”

Cuba es un país con gente de un altísimo nivel cultural, que debido al bloqueo desempeña tareas diversas, el turismo internacional y cierta apertura económica han posibilitado emprendimientos privados que han dinamizado la economía y el consumo popular y la paulatina apertura de otros mercados dinamizarán seguramente más la situación.

Hay entre la gente mayor, que recuerda épocas anteriores unanimidad en el apoyo a la revolución y entre capas más jóvenes la necesaria crítica a situaciones que necesitarán de mayores esfuerzos y nuevas miradas acompañando los nuevos tiempos.

La educación y la salud como el derecho a trabajar están garantizados y son reivindicaciones que no son negociables para ningún cubano.

fidelLa imagen de Fidel  trasciende sus fronteras y está entronizada y es raro encontrar alguien en su país que no lo reconozca, la mirada mayoritaria de los cubanos es de veneración hacia su figura.

Fidel se fue en presencia física y dejó un inolvidable legado, dejó una utopía realizada, impulsó una sociedad que velase por los más débiles, que brindase educación para todos y se preocupase por la salud de sus semejantes, enseñó que allí donde alguien sufra, habrá un cubano dispuesto a colaborar. Los cubanos y los latinoamericanos que pretendemos sociedades mejores y más solidarias, recordaremos a Fidel y a sus ejemplos eternamente.

“El Moncada nos mostró el camino a recorrer y desde aquel alto ejemplo para nosotros siempre es 26”

La plaza del hasta pronto

En la convulsionada vida política de las sociedades latinoamericanas, el poder convocante de las distintas instancias surgidas de elecciones está fresco y vigente en la instancia inicial. Enormes multitudes más o menos entusiastas, según el carisma del candidato y la extracción social de sus votantes inauguran los mandatos contando con la esperanza de los dirigidos en la concreción de sus anhelos y aspiraciones.

Los gobiernos populares argentinos han contado desde siempre con la convocatoria a sus adherentes como parte sustancial del ADN de sus identidades, inmensas manifestaciones de trabajadores peronistas repetían el rito del espontáneo 17 de octubre a cada convocatoria de Perón, pero antes, ya nuestro país había presenciado la algarabía popular que acompañó a Hipólito Yrigoyen.

Hay festejos y protestas de variada catadura, desde festejar un triunfo electoral o político hasta reclamar para comprar divisas extranjeras sin control hay una distancia abismal, ética y moralmente si cabe hacer algún análisis de esa índole.

Así el caudal de entusiasmo acompaña a los políticos triunfantes y es su asunción la que concita entusiasmos y fervores. Algo así como en esas parejas que inauguran su convivencia con cenas sorpresa y sexo casi diario. Pero lógicamente las gestiones, como las convivencias, desgastan los ánimos, disminuyen las sorpresas, enseñan a convivir con las virtudes pero también con los defectos y razonablemente ingresan en nuevas etapas.

Es muy cómodo el paralelismo con la relación humana básica ya que entre los dirigentes y el pueblo, se establece una relación que involucra muchos rasgos comunes con la relación de pareja, podríamos exceptuar el sexo pero la actitud de ciertos dirigentes con la economía no nos hacen descartarlo, y analizar los devenires de las gestiones políticas con parámetros similares es una manera de no perder totalmente el rumbo y la inocencia.

Este largo prólogo tiene por objeto intentar describir una inmensa expresión popular del adiós a un liderazgo de 12 años de la política argentina, que tuvo mucho de esperanzada alusión a un regreso en el futuro.

Desde aproximadamente las 17 hs. ya la mitad de la plaza estaba colmada y desde allí hasta las 19:30 seguían entrando columnas y gente de a pié. Las consignas eran comunes desde hace algunos años, y se referían al proyecto nacional y popular, a la juventud peronista, y en esta oportunidad además hubo algunas alusiones a las capacidades excretoras del candidato electo se impuso el “Volveremos”.

20151209_192147Indudablemente plantear una despedida a una líder política después de 8 años de gestión encerraría en términos absolutos enormes riesgos. Dos períodos presidenciales son tiempo suficiente para forjarse enemigos diversos. Algunos de ellos, los menos, con concreta definición opositora en tanto la rebeldía kirchnerista frente a las finanzas internacionales o las corporaciones mediáticas son motivo suficiente para ser declarados no gratos, y muchos, los más, por diversos y variopintos motivos. No obstante ello, una convocatoria movilizada desde las bases reunió a una multitud que si bien portaba carteles identificatorios diversos estaba plagada de declaraciones personales de apoyo, respeto y amor por la presidente saliente.

La consigna “No fué magia” estaba presente en remeras, pancartas y hasta carteles precarios hechos a la escapada en cartones o papeles cualquiera. La frase “Gracias Cristina, hasta el 2019” también se veía en muchos carteles manuscritos. El escenario con los habituales choripanes, hamburguesas y gaseosas, se mantenía como viene sucediendo tradicionalmente desde hace años.

El desgaste de la relación del pueblo concurrente con Cristina Fernández se puede observar como inexistente, aunque los oportunistas de siempre, nombraremos para que queden para la historia a Fernando Espinoza, intendente de La Matanza y a Juan Manuel Urtubey, gobernador de Salta, comenzaron sus operaciones distanciándose de la presidente saliente. Hay que recordar que ambos personajes se hicieron a la sombra y favores de los Kirchner pero parecen tener mala memoria.

Fueron predominantes los grupos familiares de diversas extracciones, a veces con varias generaciones representadas, muchos grupos de gente muy humilde del conurbano y una gran cantidad de jóvenes de agrupaciones diversas. Las redes sociales daban cuenta de grupos del interior que llegaban a la plaza mientras en sus provincias de origen también se hacían despedidas locales. La juventud y muchas mujeres han encontrado en Cristina a una referente, exactamente lo contrario de otros sectores femeninos que han vivido su investidura e inteligencia con un profundo desagrado, mostrándose muchas veces como sus más grandes detractoras. Los a esta hora indudables rasgos machistas y misóginos de algunos sectores sociales tienen también en las mujeres a sus diligentes mentoras. Una bofetada contra ellas mismas que repercute en el unánime deseo de “Ni una menos”.

Cuando la presidenta saliente tomó la palabra lo hizo como siempre sin filtros y siendo este su último discurso recalcó el respeto a la voluntad popular pero señaló el indudable poder que cada ciudadano tiene dentro suyo e instó a enarbolar las banderas si siente la ciudadanía que se traiciona su voluntad: “En cada uno de ustedes hay un dirigente”. Para muchos políticos propios y ajenos, apelar a la movilización les hace correr frío por la columna vertebral, máxime después de doce años de gimnasia democrática en las que la calle ha sido un escenario natural de apoyo y festejo. Suponerse interpelado por tan formidable aparato popular no será nada grato para algunos dirigentes.

La participación movilizadora de estos últimos años ha estado cargada de un enorme sentimiento de solidaridad y sensibilidad. La confianza en la construcción colectiva, en los ideales solidarios y en su carácter universal han destacado las movilizaciones de identidad kirchnerista. Desde un simple acto en un municipio hasta grandes movilizaciones de masas como el Bicentenario o las masivas concurrencias a Tecnópolis estuvieron teñidas de un deseo mutuo de encuentro entre compatriotas.

Un extraño ambiente de tristeza y alegría encerraba esta última concentración, la última cabe suponer de festejo ya que las políticas anunciadas y desmentidas por el entorno macrista pero vueltas a poner en práctica ahora desde el poder, suponen un regreso a las calles pero con otro objetivo.

Se vieron escenas de llanto y desconsuelo y fue posible observar hasta vendedores ambulantes que ante el canto de ciertas consignas se emocionaban y lloraban sin disimulo. Es que estas manifestaciones populares extraen del espíritu las emociones más genuinas. Vale citar a Nietzsche cuando aludiendo a lo dionisíaco explicaba la armonía y el entendimiento entre las muchedumbres que se sienten íntimamente unidas.

Una despedida masiva que tuvo mucho de acto de reparación de tantos insultos groseros y descalificaciones que sufrieron la presidenta y sus seguidores a manos de la oposición pero además una formidable demostración de un poder popular que unifica a la mitad menos uno del electorado. Un detalle que el actual oficialismo, integrado por propios y oportunistas, no puede dejar de evaluar seriamente.

Lo soñado, lo posible y el disparo en el pié.

¿La patria es el otro?

Los votos desviados, la interna peronista y la megalomanía del medio pelo

El disparo en el pié para lograr la baja es el disparo-pie-01recurso usado por los soldados que eligen entre la renguera civil y la muerte en los conflictos bélicos.

Una marea de desencanto en la militancia kirchnerista contrapuesta al delirio casi carnavalbrasilero del macrismo, caracterizaron la noche del domingo 25 de octubre. En el medio la esperanza de Sergio Massa de encontrar, al menos, una cuota de poder en su coqueteo camino al ballotage.

La madre de todas la batallas se perdió por escasos puntos porcentuales que en términos políticos equivalen a una catástrofe. El territorio del ensayo de las múltiples tendencias peronistas ha quedado en manos de diversos personajes que comenzando por su gobernadora María Eugenia Vidal no registran antecedentes electorales y con antecedentes políticos pobres pero empresarialmente exitosos (muchos de ellos de la mano de contratos del partido de los globos amarillos en el ámbito capitalino).

Hay detalles risueños en medio de la victoria macrista, formada por un conglomerado de neo políticos críticos de la corrupción oficialista. En el partido de Morón, cuna de una fracción filo kirchnerista de origen marxista que hizo de la intendencia una práctica virtuosa, triunfó Ramiro Tagliaferro, esposo de María Eugenia Vidal y empresario exitoso gracias a los contratos que su esposa le entregaba como vice jefa de la ciudad autónoma. La primera declaración del moralista Tagliaferro fué que el municipio está “desinvertido”, eufemismo que encierra la práctica básica del postulado macrista, impuestos altos para todo aquel que no tiene con qué defenderse.

Pero más allá de pequeñas contingencias, es bueno a manera de vuelo de dron (hay que acostumbrarse a las nuevas épocas) visualizar varias razones de la hecatombe.

La candidatura provincial de Aníbal Fernández, tanque mediático y político del oficialismo, acompañado de Martín Sabbatella, ex líder de Morón y presidente de AFSCA, pre anunciaba tiempos negros para varios intendentes que conservan el manejo casi tribal de sus distritos y que quizá se vieran obligados a prácticas más transparentes, se une a esto un político que enfrenta al narcotráfico con políticas diferentes que más tienen que ver con el progresismo zaffaroniano que con la política mafiosa de la DEA y las agencias norteamericanas.Sin connivencia policial y política no hay facilidad para el comercio de drogas y al contrario de lo que se quiso instalar, la postura Fernández rompe la lógica de un negocio ilícito pero desfinancia a policías y políticos desaprensivos.

Muchos de esos intendentes peronistas, administradores tramposos y con cuentas oscuras protagonizaron uno de los disparos en el pié de la sociedad al jugar a desvotar, si vale el término, al candidato provincial de su partido. El ahorro en el uso de la tijera por parte de los votantes, también se los llevó puestos a ellos

En tónica de análisis político, el perfil kirchnerista evoca a aquella juventud maravillosa a la que el propio Perón sedujo, animó y descartó (todo en el término de 36 meses) y cuando se resistía a abandonar su protagonismo prácticamente condenó a muerte. Es que el legado poderoso (aunque insuficiente a ojos revolucionarios) de la patria para todos del peronismo había hecho carne en los jóvenes.

La asunción de facto del modelo peronista de Néstor Kirchner en 2003 (de facto porque derrotó a los conservadores como Menem que abandonaron antes de la segunda vuelta) nucleó en poco tiempo a sectores variopintos, las ideas fuerza de su prédica enamoraron a un auditorio heterogéneo, no a la impunidad, reanudación de los juicios a los genocidas, modificación de la Corte Suprema, desendeudamiento, presencia del estado, fueron los caminos que condujeron al pueblo golpeado y humillado a volver a creer en la política como arma de futuro. Se instaló aquello de que quizá Néstor y luego Cristina, protagonizaban un gobierno que sin ser el soñado, al menos era el gobierno posible. Verdad es que los sectores medios que más rápidamente se recompusieron comenzaron a plantear tímidamente sus divergencias con los más postergados.

El peronismo en estos 12 años de kirchnerismo mantuvo unidos sus discursos, después de la desaparición física de Néstor, detrás de la presencia potente y aglutinante de Cristina Fernández, una política formidable que agrandará su figura si quién ocupa la primera magistratura es el ingeniero balbuceante. Las señales de ruptura que se iban sucediendo eran de personajes que devenían en ocasionales columnistas de medios opositores y que recién con el experimento Massa comenzaron a tener cierto viso de seriedad, sino ideológica, al menos de línea filoperonista (por aquello de que peronistas son todos, según JD Perón).

Es así que velada o no, la interna perónevitalapatriasocialista vs. la patria peronista jugó un nuevo round a 42 años del primero.

¿Pero bastan estas defecciones y traiciones internas para explicar la derrota bonaerense ?

Indudablemente el protagonista es el voto popular y quién lo ejerce, los votantes. Y en este territorio entran éstos, aquellos y los de más allá. Entre los aquellos están los que vivirán igual en un territorio de exclusividades en las que no entra ningún gobierno, con los populares se gana y con los impopulares se gana mucho más, los de más allá, su corte de amanuenses en la forma de empleados jerárquicos, administradores, financistas etc. los siguen a la espera de los huesos que dejan los festines que suelen ser bastante interesantes. No hay regla moral en el dinero.

Luego viene y aquí sí hay que detenerse en una franja importante de gente, los éstos. A pesar de los agoreros opositores una muy importante clase baja accedió a la clase media, mejoraron su situación económica, adquirieron su vivienda, cambiaron su vehículo, hacen turismo, consumen en buenos niveles etc. Viejos y nuevos clase media que, o resolvieron su crisis a partir de 12 años de políticas de fomento al mercado interno o crecieron por esto del empleo registrado, las paritarias, las nuevas jubilaciones etc. Una batería de bienestares que se intentó desde el primer momento fuese minimizada con el fantasma de la inflación, la inseguridad, la pobreza y el pago del impuesto a las ganancias utilizando las campañas de los monopolios mediáticos que curiosamente hicieron su agosto en gobiernos dictatoriales o neoliberales donde la pobreza y la inseguridad eran la orden del día.

Los éstos, que un observador imparcial supondría al menos con conciencia de cuál política era la que los mantenía creciendo (aún con las imperfecciones y desprolijidades que se le puedan atribuir al gobierno), le dieron el espaldarazo a quién en los hechos (aunque luego en sus dichos giró 180 grados para captar votos) fué, es y será funcional y funcionario de un retorno al país para pocos.

Esto representa otro disparo en el pié de quienes olvidados de sus recientes pesares, apuestan a que los marginados que quedan no se les acerquen pero lo hacen a riesgo de ir a hacerles compañía en un futuro próximo.

El disparo en el pié a estos votantes les supone quedar probablemente con serias dificultades para caminar cuando no hay escenario de muerte como otra opción.

La reflexión de la víspera

Mañana voy a ir a votar. Se cumplen casi 32 años de la primera vez que pude emitir el voto. Las dictaduras argentinas han dejado a varios estrenando su voto bastante creciditos interrupciones mediante.

En ocasión de mi primer voto, el 30 de octubre de 1983, oficié de fiscal partidario. Mi militancia de entonces apoyaba a la impresentable fórmula justicialista de Luder-Bittel, y los disciplinados creíamos en las estrategias partidarias.

La recién llegada apertura nos había encontrado reconstruyendo archivos, contactando militantes perdidos y contando las bajas. Teníamos tragedias en lo nacional y en nuestro pago chico, la zona norte.

La represión no hizo distingos y todo aquello que tuviese olor a movimiento organizado era eliminado sin miramientos. En nuestra zona, las patotas buscando al militante Floreal Avellaneda, delegado gremial, secuestraron a su hij220px-Floreal_Edgardo_Avellaneda,_el_negritoo Floreal, el Negrito, de 15 años y lo torturaron y asesinaron. Su madre detenida y torturada escuchó la agonía de su hijo. El cadáver maniatado del Negrito apareció en el Río de la Plata. En 1983 en una ceremonia barrial, le entregamos a su mamá Iris el carnet partidario de Floreal como símbolo de su presencia permanente entre nosotros.

Ese 30 de octubre de 1983, con militares custodiando las urnas, tuvo igual olor a revancha. Podíamos predecir que seríamos libres, sin pensar siquiera que pasarían muchos años antes que los culpables del horror pagaran sus culpas.

Y ganó Alfonsín y la democracia vigilada interna y externamente nos regaló a las juntas militares en prisión pero a los obreros de la muerte paseando tranquilamente y cada tanto pintándose la cara para reclamar por sus derechos. Un hato de cobardes que fueron precisos e implacables con el pueblo indefenso pero lastimosos como militares en el frente de las Islas Malvinas.

Lo que vino después no fue mucho mejor, ya que Carlos Menem, en 2 períodos sucesivos, indultó a los asesinos y destruyó prolijamente lo que la dictadura no había terminado de desangrar. Nos quedamos sin trenes, sin petróleo, sin aerolínea, sin fondos jubilatorios y sin industria. Fue la alegría de la clase media que sintió que tocaba el cielo con las manos porque se vestía en Miami y no avizoraba otro futuro más que el mundo de Disneylandia.

La caída fue estrepitosa porque la impericia e ineptitud de su sucesor Fernando De La Rúa nos terminó de hundir mientras los inversores de plazos fijos a tasas imposibles en dólares se disfrazaban de ahorristas y atronaban con las cacerolas. Los desocupados y expulsados del sistema, más cancheros en la práctica de la protesta ya venían ensayando el piquete y el corte de ruta para que alguien notara su existencia. El acto final se sucedió entre el 19 y el 21 de diciembre de 2001.

Ese trágico 21 de diciembre finalizó con 39 muertos por la represión de las fuerzas policiales.

De allí y con sucesivos vaivenes, llegamos al 2003  con la asunción del prácticamente desconocido Néstor Kirchner. No había kirchneristas, no existían, de este hombre enigmático se conocía a su esposa Cristina Fernández, senadora nacional por Santa Cruz y sus maneras pragmáticas en lo económico. Se dijo que sería el “Chirolita” de Eduardo Duhalde el mandamás del peronismo rosquero.

Nomás llegar Néstor Kirchner a la Casa Rosada anunció que no dejaba sus convicciones en la puerta y de allí en más el desconocido caudillo de Santa Cruz inauguró un ciclo que hoy 12 años después cierra su viuda, Cristina Fernández presidente desde 2007 por dos períodos consecutivos. Néstor falleció en 2010 dejando un recuerdo imborrable en la militancia.

En estos doce años recuperamos el petróleo, los aviones, los fondos jubilatorios, los trenes y el mercado interno, no le debemos dinero a nadie y paradojalmente la clase media sigue viajando a Miami y quejándose.

Pero la más importante de las políticas que legaron a nuestra sociedad Néstor Kirchner y Cristina Fernández fue la reapertura de los juicios por la Verdad, la Memoria y la Justicia lo que permitió que en 2009 los homicidas del Negrito, y de tantos otros argentinos, fueran condenados y encarcelados.

Mañana voy a votar, casualmente a la escuela primaria en la que el Negrito cursó sus estudios y que en ocasión de la condena a sus asesinos le hizo un merecido homenaje. Voy a caminar pasillos que él transitó alguna vez, cuando era para nosotros, militantes másFloreal Avellaneda grandes, uno más de los pibes que nos cruzábamos en los picnics y reuniones, un mocoso que jugaba mientras discutíamos y que alguna vez llevamos a pintar paredes o pegar afiches, era el hijo de Iris y Floreal, los compañeros.

En esa escuela de Munro, el barrio en el que Floreal nació y vivió y de donde lo arrebataron para matarlo voy a poner un voto para que ese ciclo que se abrió en 2003 no se cierre y que los que pregonan el olvido nunca más lleguen a gobernar nuestro futuro. Si parece que es un voto cantado me hago cargo.

Gauchos, cabecitas y boliguayos

Un recorrido por la hipocresía del crisol de razas desde los tiempos de la organización nacional hasta los días de la redistribución de la riqueza y la inclusión social.

El título de la nota podría ser una versión de “Feos, sucios y malos”, la obra neorealista italiana del genial Ettore Scola, pero es un resumen de la descalificación que han sostenido las supuestas clases ilustradas argentinas hacia los sectores más humildes de la sociedad.

Con un exceso de celo casi se podría, resaltado el casi, hacer de los calificativos un compendio básico de la porteñez discriminadora. Aunque pueda suponerse que la gran metrópoli adopta para sí el cosmopolitismo, claro es que desde el siglo XIX a la fecha siempre se arregló la clase dominante para encontrar ,no por casualidad, en los más débiles las amenazas al estilo de vida decente y correcto.

Quién no temió jamás dejar plasmado su pensamiento fue Domingo F. Sarmiento cuando alentaba a Bartolomé Mitre a no economizar sangre de gauchos allá por 1861. El padre del aula tampoco se privó de llamar “perros ignorantes” a los paraguayos o calificar a los pueblos originarios de “indios piojosos”.

Pero se podrá aducir y con cierta justa causa que los hombres son lo que son según sus circunstancias y la honestidad brutal de Sarmiento y sus congéneres fue dando paso a un ejercicio de sutileza de las clases altas que a posteriori creaban otro concepto y utilizaban a sus amanuenses para aplicarlo en la práctica cotidiana.

El siglo inauguró la descalificación del diferente con una pieza maestra de la legislación represiva llamada Ley de Residencia que sancionada en 1902 habilitaba a los pocos a desembarazarse de los muchos inmigrantes que pugnaban por condiciones decentes de contratación. Los convocados por el “gobernar es poblar” habían resultado ser menos sumisos que lo que los dueños de la tierra deseaban.

Pero fué la naciente clase media del siglo XX la que hizo suyas las descalificaciones y prejuicios y los introdujo para el uso cotidiano, separando en decentes e indecentes a los individuos y sosteniendo a la sociedad estratificada que los encumbraba a ellos como los oficiales de un ejército de menesterosos en el que su grado superior les garantizaba una ilusoria categoría.

17 de octubreAsí la aparición de los cabecitas del 17 de octubre, los descamisados de Evita o los boliguayos de la Argentina moderna, son las amenazas que el poder económico esgrimió y esgrime para esconder de la reflexión las causas de su temor. La voluntad popular, otrora en forma de montoneras y en la sociedad moderna como expresión política de las mayorías necesita ser presentada como una incógnita que conduce al desenfreno, el descalabro económico, social y cultural. Parafraseando a Nietzche se trata de una oleada dionisíaca que deja a la sociedad apolínea ultrajada en su exquisita existencia.

El otro, el morocho, extranjero o no, no trabaja no estudia y amenaza desde su aparente postura de poder el bienestar de los blancos que se han ganado todo con el sudor de su frente. Un bienestar que se construye de esfuerzo personal y un malestar compuesto de factores externos amenazantes personificados en el más débil. No hay en este pensamiento percepciones de la construcción colectiva, no hay comprensión de procesos que involucren a toda la sociedad en pos de una mejora del conjunto. Para alguna clase media existe sólo una epopeya endogámica que los encumbra y obliga a que el mensaje que les han transmitido los poderosos sea repetido como verdad revelada. El poder cambió sus modos pero no sus entrañas y se vale de nuevos medios para expresar su mensaje discriminatorio.

La maestra del Escambray

La terminal de Trinidad es un local laberíntico y muy  cubano, gritos, voces y gentes que despiden, reciben, pregonan y nos saludan luego de 16 horas de viaje desde Oriente. El oído, responsable en parte del equilibrio, tarda en adaptarse y recuperar las mochilas a esta hora y en estas condiciones semeja la tarea de un sherpa camino al Everest. Un delegado del alojamiento pactado con la señora Giselle Borrell nos buscaría en la terminal y allí nos enfrentamos con una mujer que efectivamente portaba un cartelito manuscrito con nuestros nombres en él. La señora, sin palabras, señaló hacia la calle donde no distinguímos ningún vehículo específico. Otra cubanidad nos esperaba en la forma de un bicitaxi que afirmaba que las mochilas irían seguras ya que viajarían atadas a un enrejado precario detrás de la versión trinitense de su rickshaw.

Por calles coloniales reconstruídas para el tránsito pero no para un triciclo cargado con 150 kilos salimos camino a la casa Borrell. La guía pronto fue dejada atrás por el voluntarioso pedalista que 300 metros y tres pesos convertibles (CUC) después nos depositó en una casa colonial pintada de rosa fuerte. Nos recibió Lourdes, sobrina de la dueña de casa y a poco llegamos al fin a ser presentados a Giselle Borrell.

La casa Borrell aloja a la familia desde hace más de 100 años, allí nació y murió la madre de Giselle y allí viven ahora la dueña de casa, sus sobrinos y sus sobrinos nietos, estos últimos todos nacidos después del triunfo revolucionario.

La casa nos recibe en un patio con fuente central y muchas plantas con un desayuno apetitoso y con el típico café

Casa Borrell

Casa Borrell

fuerte que en breve se transformará en un café más amistoso para el paladar argentino. La información inmediata es las coordenadas de la playa a la que nos dirigimos en un colectivo en compañía de europeos que demuestran que no son tan derechos y humanos como se menciona, ya que desconocen las reglas de la cortesía elemental de ceder el asiento a las mujeres y emplean métodos de barra brava para subir al transporte sin respetar su turno.

La península Ancón es una extensa formación coralina con espacios de playa en un mar Caribe de aguas transparentes y cálidas aún en pleno “invierno” cubano. La playa de igual nombre es un enclave hotelero donde europeos de variadas tonalidades del blanco “teta” se asan parejo al sol ardiente. Por el camino vimos pequeñas playitas desoladas y nos prometimos visitarlas huyendo de tanto “gringo”.

La noche trinitense festeja los 501 años de la ciudad con una fiesta popular callejera en la plaza frente al Poder Popular que reúne a nativos y visitantes, la música atruena y el público baila mientras bebe cerveza en latitas, ron o la cerveza “suelta” que provee el camión cervecero popular y que se sirve en vasos o botellas vacías de todo tipo a precios irrisorios. Una feria artesanal, término exacto en un país donde la industrialización ha sido una quimera destrozada por el bloqueo, es recorrida por mucho público comprando juguetes, adornos, calzado y comiendo en algún puesto callejero.

Las casas de Trinidad viven a puertas abiertas y esta costumbre haría el terror de muchos porteños que enrejan sus jardincitos y balcones. Una simple trabita de bronce que deja el portal entreabierto es la “seguridad” que hace falta en esta ciudad cubana. Una breve recorrida por el vecindario nocturno revela escenas de gente mirando televisión en sus camas o sus salas y harían el paraíso de cualquier voyeur si paseara de madrugada. Siendo noche cerrada caminamos por las calles oscuras rumbo a nuestra casa trinitense.

  “La cultura es la verdad,
que el pueblo debe saber,
para más nunca perder
su amor a la libertad.” 1

Por la mañana la casa bulle en la actividad de limpieza de los sábados, ya que es el único día en que se puede echar agua a la calle y los trinitenses baldean sus caserones. Los gallos del fondo aburren con el concierto repetido desde la madrugada y ponen a uno a pensar en un guisado de ave.

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Giselle Borrell

Giselle Borrell tiene 76 años y una vida pasada como docente en Trinidad, provincia de Sancti Spiritu, Cuba. Es menuda y muy morena, de cabellos blancos y andar pausado. Cuando habla la sonrisa le ensancha la cara y se presta gozosa a contar sus recuerdos.

Siendo una muchacha de hogar humilde llegó al magisterio por imperio de la economía de su época, ya que las familias de bajos recursos como la suya era la única carrera que le podían costear a sus hijos.

“Cuando me recibí de maestra, en épocas de Fulgencio Batista, sólo había trabajo haciendo reemplazos de las maestras titulares”, cuenta Giselle. “Los cargos eran para los que tenían amigos o poder y nos quedaba buscar cualquier reemplazo para poder cobrar algo”, concluye.

Como en el Macondo de García Márquez los hechos mágicos interrumpen la charla, ya que en manos de Erasmo, sobrino de Giselle entra un enorme pescado rojizo de ojos saltones. El destino de cocina y asado del tremendo animal llena minutos de intercambio de técnicas culinarias y Erasmo, cocinero en jefe de la casa Borrell dicta cátedra y enseña los secretos del “asador” cubano, un chisme metálico con forma de horno portátil que se sitúa sobre las brasas.

Y que el entusiasmo vibre
con el mensaje sagrado
de nuestro apòstol amado:
«Se culto para ser libre».2

 Los recuerdos de Giselle nos hacen abandonar el dìa presente y vuelven 56 años atrás, cuando la casualidad la situó20150119_084625 en Santa Clara en los últimos días de diciembre de 1958.

“Se realizaban concursos para cubrir cargos (en aquella época era la provincia de Las Villas) y debíamos presentarnos en Santa Clara”, relata Giselle y continúa,”los rebeldes habían cortado los caminos con Trinidad y me fui en un barquito hasta Cienfuegos y de allí hasta Santa Clara por la carretera”.

 Al negro de negra piel
La sangre el cuerpo le baña;
La misma sangre, corriendo,
Hierve bajo carne blanca.3

El apellido Borrell es de los más antiguos de la zona de Trinidad ya que hay menciones y archivos de las propiedades de Don Mariano Borrell allá por el 1840. Acaudalado comerciante y dueño de plantaciones, tenía como todo millonario de la época una gran cantidad de esclavos. Los africanos que llegaban a Cuba eran diferenciados por naciones y muchos de ellos lograron su libertad y la posesión de algunos bienes y llevaban como apellido el de su antiguo amo. Los archivos cubanos dan testimonio de don Lorenzo Borrell, africano libre de Trinidad que testaba en favor de sus descendientes, de allí el color de piel y la mixtura con el apellido europeo.

No me dan pena los burgueses vencidos.
Y cuando pienso que van a darme pena,
Aprieto bien los dientes, y cierro bien los ojos.4

 Llegada a Santa Clara, Giselle se dirigió a la casa de unos familiares a esperar el momento de presentarse. Durante la guerra revolucionaria la columna N°8 Cdte. Ciro Redondo, al comando del Che Guevara se trasladó desde la Sierra Maestra en la zona oriental hasta la sierra del Escambray al pie de la cual está Trinidad, desde allí los rebeldes preparaban su ofensiva sobre la ciudad de Santa Clara, sede del comando militar que estaba por ser reforzado en ese mes de diciembre.

“Cuando llegamos a Santa Clara nos enteramos que se suspendían las oposiciones y que no podíamos salir de la ciudad”, refiere Giselle,”al poco tiempo comenzamos a escuchar los tiroteos y las balas pasaban por encima de la casa de mis familiares” concluye.

“Tu mano gloriosa y fuerte
Sobre la historia dispara
Cuando todo Santa Clara
se despierta para verte 5

 20150118_120033Santa Clara fue la batalla decisiva con la derrota del tren blindado que iba a reforzar las tropas de la dictadura y la columna del Che recibió la orden de marchar sobre La Habana junto con la columna Antonio Maceo comandada por Camilo Cienfuegos.

“Antes las escuelas eran escasas y los niños de la sierra tenìan que hacer grandes distancias para concurrir”, cuenta Giselle,”cuando triunfó la Revolución las maestras empezamos a tener trabajo ya que se abrìan escuelas por todos lados”

Giselle comenzó a subir a la sierra participando de la apertura de escuelas en Topes de Collantes en las alturas del Escambray donde para llegar a destino su familia le había comprado un caballo. Resulta difícil imaginarse a esta mujer de modales suaves y tono delicado a lomos de un caballo repartiendo enseñanzas, pero su historia es parte de una épica cubana a menudo silenciada por los poderes dominantes.

Tengo, vamos a ver,
Que ya aprendí a leer,
A contar,
Tengo que ya aprendí a escribir
Y a pensar
Y a reír 6

 Las alturas del Escambray por el camino de Topes de Collantes son una sucesión de paisajes selváticos donde imperan los helechos arborescentes y de otros tipos, variedades de vegetación verde y de crecimiento explosivo y salpicado de ojos de poeta de colores diversos que ponen la nota brillante. La ruta en aceptable estado que une a Trinidad con Santa Clara fue parte de la zona de operaciones de la columna del Che allá por 1958. Es inimaginable la marcha por esas interminables serranías boscosas a pie y con armamento de un ejército irregular que además era hostigado de contínuo por la fuerza aérea de Batista.

Muchos de los caminos que se separan de la ruta son seguramente los que la maestra recorrió a lomo de caballo en una zona en la que durante un tiempo las bandas contra revolucionarias operaban contra la población civil.

“El patriota siempre en vela
cumple su deber civil:
ayuda con el fusil
también desde la escuela”7

 El año 1961 comenzó con la importante tarea emprendida por el gobierno revolucionario de alfabetizar a todos los cubanos sin excepción. Cuba tenía un índice general de analfabetismo del 25 por ciento, cifra que se multiplicaba en las zonas rurales que precisamente habían sido el foco y el sostén del movimiento guerrillero. Giselle como maestra recibida fue coordinadora de la campaña en su región. La tarea titánica desarrollada por el nuevo gobierno apeló a todos los ciudadanos en condiciones de hacerlo, ya que los maestros escaseaban y hasta adolescentes de 13 y 14 años se sumaron a la campaña. Endurecidos campesinos se dejaban guiar las manos por muchachitos y muchachitas que apenas podían con sus fuerzas para hacerles descubrir el misterio de las letras que hasta ese momento la desidia de los gobiernos pasados no se había preocupado por enseñarles. Esta campaña no estuvo exenta, como toda tarea de la Cuba revolucionaria de allí en adelante, de sufrimientos y víctimas de las fuerzas dictatoriales en retirada que llegaron a asesinar educadores voluntarios con el fin de crear miedo entre ellos. La revista Bohemia, quizá la publicación cultural más antigua de Cuba, mostraba las fotografías de los jovencitos en uniforme camino a las zonas rurales más alejadas donde impartirían sus enseñanzas.

“Aprendimos a quererte
desde la histórica altura
cuando el sol de tu bravura
le puso un cerco a la muerte”8

 El descenso del Escambray hacia Santa Clara cambió la geografìa, ahora una suerte de llano reemplazó a las montañas y nos depositó en una ciudad pequeña circunvalada por una autopista en aceptable estado que seguimos hasta dar con el desvío que lleva a la Plaza de la Revolución donde se encuentran el monumento al Guerrillero Heroico y el Mausoleo del Che. El imaginario de la izquierda latinoamericana tiene en Ernesto Guevara al ejemplo abnegado de aquel que es ejemplo de lucha y coraje. Todo lo que le exigía a su tropa lo tenía como protagonista y su dureza de carácter y rectitud le valieron el respeto de todos quienes lo conocieron.

“Aquí se queda la clara,
la entrañable transparencia,
de tu querida presencia
Comandante Che Guevara” 9

 che6.jpgEl hombre que jaqueó a la dictadura batistiana, el ex ministro, el trabajador incansable creador del trabajo voluntario, el médico, dentista, educador, economista, jugador de ajedrez, argentino por nacimiento y cubano por amor reposa en una tumba junto a quienes lo acompañaron en sus andanzas. Una performance artística ambienta su lugar de descanso como la selva boliviana, y está recreada con materiales cubanos, su manigua y su selva unidas en lo que fue la quijotesca empresa de alguien que fue capaz de dar la vida por su ideal humanitario. Para un argentino la visita tiene un doble significado y es inevitable la emoción. “Seremos como el Che” es aún hoy la consigna de los jóvenes estudiantes de la primaria (los pioneros) y su memoria es quizá una de las pocas cosas indiscutibles en la isla.

“Yo soy un hombre sincero de donde crece la palma”10

 La ruta hacia Cienfuegos es definitivamente por la llanura y cruzamos campos de caña y otros cultivos. El estado de las rutas es aceptable pero siempre bajo la realidad del poco tránsito existente. Los viajes se realizan sólo si son imprescindibles ya que el petróleo es un producto de importación y a pesar de la buena voluntad de la República Bolivariana de Venezuela el precio de las naftas y gasoil se expresan en CUC lo que limita el acceso a los mismos.

Cienfuegos también tiene una impronta antigua bien conservada y como toda ciudad cubana que se precie contiene menciones de hechos anteriores o posteriores a la revolución atinentes a sus líderes y recordatorios a los miembros de las fuerzas revolucionarias que actuaban en las ciudades asesinados por las fuerzas de Batista.

Mi verso al valiente agrada:
Mi verso, breve y sincero,
es del vigor del acero
con que se funde la espada.11

 Cuba hace de su tradición histórica un recorrido permanente y los monumentos a Maceo y Céspedes, protagonistas de las guerras de la independencia conforman un panorama común. La presencia omnipresente de José Martí es concreta y determinante, se lo llama “el apóstol” y sus cualidades intelectuales y humanas son tomadas según la versión oficial como el ideario que ha guiado a la Revolución.

¡Míreme usted cómo sudo,
con el corral enlutado y
el gallo viudo!
¡Míreme usted cómo lloro,
con el pecho destrozado,
y el gallo a coro!12

La casa de Trinidad reserva sorpresas que parecen emerger del pasado, ya que Izmel uno de los sobrino nietos de Giselle, cría los llamados “gallos finos”. En buen español se refiere a los gallos de riña, que si bien están prohibidos en Cuba son una tradición que trasciende ideologías políticas o dogmas revolucionarios. El gallo de riña es una suerte de ave de corral con diseño aerodinámico y se caracteriza por la encendida defensa que hace de su territorio, de allí que se lo utilice para estas peleas que generalmente involucran apuestas.

20150119_165821El fondo de la casa alberga un gallinero y algunos pollos y gallinas deambulan en libertad mientras que un gallo está encerrado en una jaula. El rey al menos en ejercicio por ahora es un gallo tuerto veterano de muchos combates que se ocupa de mantener el orden y de garantizar la descendencia, una nidada de 15 huevos muestra que cumple su función con eficiencia. La expectativa de vida de un luchador es de unos diez años si no cae en algún combate.

Que no se quede nadie sin aprender
Que no se quede nadie sin aprender13

 El sistema escolar cubano es obligatorio hasta finalizar el secundario y el ingreso a la universidad se hace a través de20150128_084816 un curso preuniversitario y un examen que debe ser aprobado con determinado puntaje. Hay dos oportunidades para esta instancia, y los miembros de fuerzas armadas o de seguridad tienen el ingreso resuelto para estudiar cualquier carrera. Una polémica instalada es el derecho que tienen los condenados por delitos y que están en prisión a realizar estudios universitarios, esta situación provoca quejas de estudiantes que no alcanzan los niveles solicitados para ingresar y que sienten que un delincuente convicto tiene más derechos que ellos.

“un Fidel que vibra en la montaña un rubì cinco franjas y una estrella”14

 Las incógnitas del triunfo del proceso revolucionario cubano tienen para Giselle un sólo nombre que dice sin dudar, “Fidel, un estadista”. Asi resume ella la soledad de la Revolución cubana en una Latinoamérica que transitó y transita las mismas miserias y privaciones y sin embargo no realizó las transformaciones fundamentales que logró Cuba. “Mis sobrinos son graduados universitarios, el que aquí no ha querido estudiar más como Izmel (refiriéndose a uno de sus sobrino nietos) trabaja”, acota Giselle.

Giselle se jubiló en 1995 a los 57 años, “para tener tiempo de disfrutar mi jubilación con buena salud”, dice mientras cuenta sus paseos por La Habana cuando visita a sus familiares. Muchas generaciones de pioneros cubanos pasaron por sus aulas.

1 Carlos Puebla, Son de la Alfabetización
2 Carlos Puebla, Son de la Alfabetización
3 Nicolás Guillén, La sangre es un mar inmenso
4 Nicolás Guillén, Burgueses
5 Carlos Puebla, Hasta siempre Comandante
6 Nicolás Guillén, Tengo
7 Carlos Puebla, Son de la Alfabetización
8 Carlos Puebla, Hasta siempre Comandante
9 ídem
10 José martí, Versos Sencillos
11 ídem
12 Nicolás Guillén, Ay señora mi vecina
13 Carlos Puebla, Son de la Alfabetización»
14 Eduardo Saborit, Cuba

El Che siempre presente

Hace 47 años en Quebrada del Churo, Bolivia, Ernesto «Che»Guevara fué herido y capturado por el ejército boliviano. Trasladado a La Higuera, el gobierno militar de René Barrientos cumpliendo órdenes de la CIA (con agentes presentes en el lugar) lo ejecuta y hace desaparecer su cuerpo que recién es recuperado 30 años después en 1997. 40 años después de su muerte, en 2007, su ejecutor, el Sargento Mario Terán recuperó la vista gracias a una operación que le realizó el equipo cubano de oftalmología en el hospital que Cuba y el gobierno de Evo Morales instalaron en Santa Cruz de la Sierra. El guerrillero heroico, el duro, el inflexible, pero también el hombre capaz de dar el ejemplo en la lucha, de ser generoso en su entrega por un ideal sigue marcando un hito en la conducta revolucionaria. Hasta la victoria siempre Comandante. Patria o Muerte. Venceremos.

El Che y Fidel